Cuando empecé a surfear mi única meta era sobrevivir, no ahogarme, evitar los tiburones y cocodrilos (si, tampoco sabía, pero saben nadar en el mar también). Luego mi meta era agarrar por lo menos una ola, y después de un tiempo tres olas. En los años logré avanzar lentamente agarrando cada vez más olas buenas. Hoy día ya no me importa tanto, sea una o diez lo importante es disfrutar.

 

En la vida también es importante poner metas. Con optimismo y confianza recomiendo plantearte metas concretas y ambiciosas;

 

1.   Escribe en un papel todas las cosas que deseas, sin temor a pedir demasiado. Se generoso contigo, no digas cosas como “quiero una casita, aunque sea chiquita”.

 

2.  Lee tu lista al despertar y antes de dormir.

 

3.  Piensa a menudo en tus deseos y disfruta imaginándolos en detalle. Recrea la sensación de vivir esa experiencia o de usar ese objeto que deseas.

 

4.  Agradece por lo que aún no se ha manifestado en tu vida. Pero no solo digas “gracias”, valora la sensación que te produce aquello que aún no se ha manifestado. Esa es la verdadera forma de sentir agradecimiento, uno agradece honestamente lo que realmente aprecia.

 

5.  Guarda para ti tus deseos como un tesoro privado. Cuando comentas con alguien lo que sueñas, su fuerza se disipa y se aleja su manifestación.

 

Seguro conoces la frase; “Pide y se te dará, busca y encontrarás, toca y se te abrirá”. Las metas se cumplirán de forma natural, sin que trates de forzar lo que no está a tu alcance. Haz con tranquilidad lo que trae cada día, eso es suficiente. Realmente no es complicado ¡Es mucho más simple de lo que pensamos!

 

¡Si no empiezas ya, no empiezas nunca!