Imagina que estas en el agua, lejos de la orilla, sentado en la tabla esperando tu ola. A unos diez metros de distancia ves formándose la que puede ser para ti, está creciendo y acercándose. Va a tener el tamaño perfecto, unos dos metros de altura. Ya está cerca ¡va a ser tuya! ¡Ahora a remar como loco!

 

Sientes la fuerza del mar detrás tuyo, poderoso, peligroso. Sigues remando y sucede ¡ya la tienes! Ahora a levantarse, brincas sobre la tabla como un resorte y estás de pie, estás surfeando.

 

La ola te lleva con toda su fuerza, pero mantienes el equilibrio, vas con ella, casi la puedes tocar. Puedes sentir que van de la mano, la ves rompiendo por tu lado izquierdo mientras avanzas hacia el lado derecho, casi te caes, pero logras seguir unos diez segundos más. Finalmente te tiras en el mar con una sensación de energía y libertad absoluta. Por un momento fuiste uno con el mar.

 

Acabo de describir la experiencia de vivir en el ahora. Tu mente no está pensando en otras cosas, tu mente está cien por ciento concentrada en la ola. Es tu momento Zen; hiciste una pausa en el flujo de pensamientos que bombardean constantemente tu mente y te concentraste en el presente.

 

Así deberíamos vivir la mayor parte de nuestras actividades diarias. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Nos pasamos el 95% del día dormidos, inconscientes. Especialmente los hombres. Nuestra mente se ha apoderado de nosotros. Todo el día estamos pensando en lo que pasó ayer, a veces en algo que pasó hace diez años, lo que piensa lo demás, problemas en el trabajo, problemas económicos, tu relación, bueno la lista es muy larga. Esto es un problema muy grave hoy día; la mayor parte del día estamos inconscientes y no estamos viviendo el AHORA. ¡Esto tenemos que cambiar cuanto antes, si queremos surfear también buenas olas en nuestra vida cotidiana, no solo en el mar.

 

Me encanta Tony Robbins. Probablemente lo conoces y sino realmente te recomienda ver la película en Netflix “No soy tu gurú”.. es buenísimo. Es un hombre enorme (sus manos son como de un gigante) y habla un poco fuerte y a veces grosero, según él es la única forma que la gente escuchan. La verdad me encanta sus consejos ya que son breve, concisos y directos. Su consejo para “vivir el ahora” es la siguiente: