21. mar., 2021

Agua

Sean lagos, cascadas, el mar o una simple ducha; el agua tiene la virtud de generarnos una sensación de bienestar.  Para entender el valor del agua en nuestro cuerpo es necesario saber cómo se comportan los iones positivos y negativos que se encuentran en el aire y que absorbemos por nuestra piel.
 
En general, las personas que vivimos en las ciudades estamos sobreexpuestas a partículas cargadas positivamente. Los computadores, los aparatos eléctricos, las torres de telecomunicaciones, las de electricidad, los celulares y tantos otros artefactos. Estamos bombardeados por iones positivos. Estas sobreexposiciones nos pueden provocar problemas respiratorios, digestivos, ansiedad, depresión y estrés; ya que afectan directamente al sistema nervioso.
 
Se han hecho pruebas de radiación con teléfonos celulares y es posible freír un huevo si se intensifica su señal. Creo que nadie quisiera tener la oreja como un huevo frito. Lo importante es saber que necesitamos equilibrarnos con iones negativos regularmente. No hay límite o dosis máxima cuando se trata de iones negativos.  
 
Las fuentes de agua, naturales o artificiales son recursos de iones negativos. Después de un día duro de trabajo, encerrado en un edifico, tómate una ducha o por supuesto mejor aún vaya a surfear o tirase en el mar un rato.